EL REY LA BRUJA MALVADA

HABÍA UNA VEZ UN REY MUY QUERIDO POR EL PUEBLO. ERA SOBRE TODO UNA GRAN PERSONA. SABIO, JUSTO, MAGNÁNIMO, CON AUTORIDAD Y TAMBIÉN HUMILDE. EL REINADO FLORECÍA. TODO ERA FELICIDAD Y ARMONÍA. ESTE REY TENÍA LA COSTUMBRE TODAS LAS TARDES DESPUÉS DE LA MERIENDA, DECIR UNAS PALABRAS A LOS SÚBDITOS QUE SE ENCONTRABAN EN LA PLAZA PRINCIPAL. LO HACÍA DESDE UN PALCO. TODOS ESPERABAN CONTENTOS Y HASTA A VECES SE ARMABAN FIESTAS DESPUÉS DE ESTE ENCUENTRO. TODA, ABSOLUTAMENTE TODA LA GENTE TOMABA AGUA DE UNA FUENTE QUE HABÍA EN ESTA PLAZA. EL REY SOLO TOMABA VINO (alguna diferencia tenía que haber, jaja). TANTA FELICIDAD ERA INSOPORTABLE PARA UNA MALVADA BRUJA QUE VIVÍA AISLADA EN EL BOSQUE. CON EL PODER DE LO SOBRENATURAL, PREPARÓ UNA PÓCIMA. Y UNA NOCHE OSCURA, DERRAMÓ EL LÍQUIDO EN LA FUENTE DE LA PLAZA. TODO AQUEL QUE BEBIERA DE ELLA ENLOQUECERÍA. Y ASÍ FUÉ NOMÁS. TODOS ENLOQUECIERON. ESE DÍA A LAS SEIS DE LA TARDE CUANDO EL REY DESDE SU PALCO EMPEZÓ A DECIR LAS PRIMERAS PALABRAS, TODOS SE ASOMBRABAN. ¿PERO QUÉ ESTÁ DICIENDO NUESTRO REY? ¡SE HA VUELTO LOCO! NO ENTENDÍAN QUÉ COSA DECÍA ESTE REY, Y EMPEZARON A LAMENTARSE DE LO CHIFLADO QUE ESTABA. POR EL OTRO LADO, EL REY TAMPOCO COMPRENDÍA QUÉ LE PASABA A SU PUEBLO. ¿PORQUÉ LLORABAN Y DECÍAN ESAS COSAS? CONFUNDIDO SE FUÉ A MEDITAR (recuerden que era sabio y humilde). ESA NOCHE EN LA CENA NO ACEPTÓ TOMAR VINO Y PIDIÓ QUE LE SIRVIERAN UNA COPA LLENA CON AGUA DE LA FUENTE. AL OTRO DÍA LA PLAZA ERA UN HERVIDERO DE GENTE. JAMÁS HABÍA ESTADO TAN LLENA. SALIÓ EL REY A DECIR SU DISCURSO. Y EMPEZÓ A DECIR COSAS TAN INCOHERENTES Y DISPARATADAS QUE HUBIERAN HECHO REIR Y ASOMBRARSE HASTA AL MÁS INSENSIBLE. TODOS EMPEZARON A MIRARSE Y SONREIR. EMPEZARON A ABRAZARSE Y COREAR: ¡VIVA EL REY ESTÁ CUERDO! Y VOLVIÓ LA ALEGRÍA OTRA VEZ AL REINADO. UN REINADO DE LOCOS; PERO QUE SE ENTENDÍAN Y ERAN TODOS FELICES. LA BRUJA MALVADA NO HABÍA PODIDO CON ELLOS. Hoy día la Argentina está así. Qué bueno sería que la presidenta y sus ministros bebiesen el agua de la fuente. Un país tan rico como el nuestro; y que pasemos por tantos momentos nefastos. Pienso que sólo cambiará cuando venga alguien o algunos, que sean como este rey del cuento. Por el momento, a nosotros comunes ciudadanos, no nos queda más remedio que algún día los que gobiernan dejen de tomar vino : ) jajajaja